El Sistema de Administración del Territorio (SAT) es una infraestructura para la implementación de políticas del territorio y estrategias de gestión del territorio, respaldada en información suficiente, confiable y actualizada de este.
Esta infraestructura incluye acuerdos institucionales, marcos legales y estándares para coordinar, complementar, crear sinergias y armonizar las diferentes acciones para el uso y mantenimiento de la información del territorio que llevan a cabo las diferentes partes interesadas: entidades del nivel nacional, entidades territoriales, autoridades ambientales, ciudadanía, entre otros.
La información de todas las características del territorio, motor del SAT, incluye lo que se puede hacer en un determinado espacio geográfico, quién tiene derechos y qué tipos de derechos (tenencia, explotación, etc), lo que no se puede hacer (restricciones de uso, por ejemplo, en área protegidas o restringidas por seguridad o riesgo) y las responsabilidades asociadas.
Por consiguiente, para el correcto funcionamiento del SAT, se requiere como base un sistema catastral con enfoque integrado. Precisamente, el Catastro Multipropósito promueve que toda la información relacionada con el territorio, como, por ejemplo, áreas protegidas, planes de ordenamiento o zonas de riesgo, esté disponible en un entorno digital y se pueda conocer para que, por una parte, sea utilizada en la toma de decisiones y por otra, la ciudadanía y el sector privado puedan acceder a la información y realizar sus trámites relacionados.